miércoles, 22 de julio de 2009

musicahoz


Un momento
un instante
la perjuria de la soledad se hace presente
Se disipa ante la luz, ante la iluminación del regaño
Vuelve
se asienta
se instala y vive
soledad.
Dolor amasado a golpes de castigos,
rebeldía que se consagra en la humillación
Deseo -si- deseo de deshebrar en la noche del odio la norma moral,
alzar el vuelo aunque duela y desgarre,
Y el inquebrantable sufrimiento, aunque aparezca la felicidad, ésta da miedo… asusta
Se conoce más la antigua soledad.
Pandemónium de tristeza, agonía de la irrisoria fortuna, no importa
Dinero
Amor
cosas vanas
se presentan de espaldas entre la torpeza de una mente que sueña que ríe
Opulencia que no existe, abismo entre las piernas de una mujer donde se pierde el mundo
Carisma nato que se acostumbra a todo,

sin embargo
Se conoce más la antigua soledad
La guerra está presente, camina de un lado a otro, gime, llora, grita,
se regocija, hace eco en una cabeza cansada, harta, que gime, llora
que grita aunque guarde silencio… sueña que ríe
Momento que queda en la memoria, sopor oloroso a hachís y peyote
sudor de alcohol, mente en blanco,
muchedumbre alegórica, regresiva tentación
placeres en una mano, en otra, un micrófono lleno de saliva
Alecto llama a los corazones, Tisifone hurga en la memoria, Megera seduce.
Pero se conoce más la antigua soledad.

martes, 21 de julio de 2009

intermedio

y bajo los augurios de planicies de palabras que dudan en hablar
sucumbe el animo ante el desaforado movimiento
tensión, la invasión de dedos claudican el humedo espacio
urgando en el veneno, lamiendo la voragine de fluídos pastosos
son cuando más ladrones de arte sacro en el santicimo
contemplando la majestuosidad del silencio, la precencia de lo inexistente
y sin embargo tan material, tan valioso, hermosa decantación
insalubre porpuesta, desvariada aceptación, gloriosa perversión.
y si muriera así.

miércoles, 15 de julio de 2009

Cúlmen

y en la suve entrepierna del dilirio

donde no pasa el tiempo, donde no hay tiempo

perfumadas vuelan las ecxéquias del momento

donde los gritos saben a sal y ververean

gemidos de rojo lacerante

tertulia de cabellos que danzan ante la marea de cuerpos

píes que comulgan en un vallado de sabanas graciles

adormecida la conciencia, imperio del deseo

dulzura, firmeza, arrogancia, plenitud

si muriera así