sábado, 16 de enero de 2010

hallazghoz

De tanto buscarte olvidé hasta mi nombre.

Entre la temprana infancia te manifestabas
Señales que solo se ven con paranoia, con esperanza.

ante los iluminados te descubres como el ruido de los grillos en el el monte

perpetua busqueda en el hexagrama, en el angulo conspicuo, en el circulo de la vida.

y te encontré, impavida, sin más, apareciste.
desde el tiempo y antes de todos los tiempos, eras.

Eres y yo ya sabia que existias, que rondabas en la sombra de la palabra no dicha, en el color no plasmado, en la nota que se olvida al despertar, en el momento antes de actuar.

tenia que buscarte, que seguir tu pista, en el insomio de la pitonisa, urgando en el futuro incierto, en la baraja desgastada que cargo siempre, pasabas de un lado a otro en el filo de la contemplación, caminabas en el velo de lo desconocido

Y ahora que hago, que te digo, como actuó, si de tanto esperarte olvidé hasta mi nombre,

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